DISPOSICIONES GENERALES
CONSEJERÍA DE EDUCACIÓN Y CULTURA
Decreto 68/2017, de 11 de octubre, por el que se declara Bien de Interés Cultural, con la categoría de Vía Histórica, la Vía de La Carisa y ramal transmontano de la Ruta de la Plata, así como los yacimientos arqueológicos de Picu L.lagüezos, Monte Curriel.los y L’Homón de Faro, en los concejos de Lena y Aller.
Preámbulo
La Red de Cooperación de Ciudades en la Ruta de la Plata ha solicitado la declaración como Bien de Interés Cultural, con la categoría de Vía Histórica, de la Ruta de la Plata asturiana, sobre la base de los estudios de carácter histórico-arqueológico que al respecto ha impulsado dicha entidad. Igualmente, los ayuntamientos de Aller y Lena han solicitado la declaración como Bien de Interés Cultural de los yacimientos arqueológicos de Picu L.lagüezos, Monte Curriel.los y L’Homón de Faro, vinculados a la ruta.
Mediante Resolución de la Consejería de Educación, Cultura y Deporte de fecha 27 de abril de 2015 se incoó expediente para la declaración como Bien de Interés Cultural, con la categoría de Vía Histórica, de la Ruta de la Plata asturiana.
Con posterioridad a esa resolución se han seguido los trámites señalados en los artículos 15, 16 y 17 de la Ley del Principado de Asturias 1/2001, de 6 de marzo, de Patrimonio Cultural.
Se han solicitado informes a diversas instituciones consultivas sobre la procedencia de esta propuesta de protección patrimonial.
Con fecha 10 de julio de 2015 la Universidad de Oviedo remite informe favorable a la declaración, emitido por el Área de Historia del Arte del Departamento de Historia del Arte y Musicología de la Universidad de Oviedo.
Con fecha 7 de septiembre de 2015 el Real Instituto de Estudios Asturianos comunica su informe favorable a la declaración. En ese informe se señala que la propuesta de protección se fundamenta en un estudio serio y riguroso, bien documentado y que no hay dudas respecto a la propuesta de protección patrimonial que se plantea.
Con fecha 25 de noviembre de 2015 la Real Academia de la Historia remite informe favorable a la declaración. Se califica el estudio que sustenta la propuesta como sólido y pormenorizado. El itinerario propuesto se configura como un eje vertebrador de villas y asentamientos asturianos de época prerromana y romana.
Con fecha 3 de diciembre de 2015 se recibe el informe de la Comisión de Urbanismo y Ordenación del Territorio de Asturias, que señala que del estudio presentado no se deducen evidencias arqueológicas del trazado de la ruta en sus tramos más antropizados. Por ello no se considera justificada la delimitación de un entorno de protección homogéneo en forma de banda de 30 metros a cada lado del trazado en los distintos tramos rurales, tanto en zonas donde se ha documentado la traza original como en otras donde esa traza ha desaparecido. Aunque se realice una propuesta de itinerario fundamentado en base a diferentes criterios patrimoniales y no patrimoniales, ello no justifica que se imponga en esas zonas un entorno de protección, con las limitaciones que ello implica. Se señala que no queda claro en la propuesta de la Resolución de Incoación la diferencia entre el trazado original y el oficial al que se hace mención en la Leyenda de la documentación gráfica del itinerario de la ruta.
Con fecha 2 de diciembre de 2015 se publicó en el Boletín Oficial del Principado de Asturias el anuncio de información pública relativo a este expediente. Durante su transcurso se presentó un escrito del Ayuntamiento de Gijón por medio del cual hace constar la falta de coincidencia entre el itinerario propuesto con el que figura en la Carta Arqueológica de Gijón, siendo, además, los recorridos urbanos poco verosímiles y que podrían condicionar sin mucha justificación las posibilidades edificatorias de determinados solares.
Esta tramitación fue analizada en la reunión que el Pleno del Consejo del Patrimonio Cultural de Asturias celebró el 8 de marzo de 2016, acordándose entonces incluir en el expediente los yacimientos de Pico L.lagüezos, Monte Curriel.los y fortificaciones de L’Homón de Faro, en Aller y Lena. Se acordó también ceñir el entorno de protección provisional a los tramos de la vía calificados como originales en la cartografía del expediente. También se acordó solicitar informe en relación con el nombre que habría de tener el Bien de Interés Cultural (ante las dudas suscitadas por la denominación de “Vía de la Plata”).
En cumplimiento de este pronunciamiento del Pleno del Consejo, se aprobó la Resolución de 26 de septiembre de 2016 de la Consejería de Educación y Cultura de modificación de la Resolución de incoación de este expediente. Las modificaciones se resumen en lo siguiente:
— Por una parte se han producido ajustes puntuales del itinerario propuesto, a petición de diferentes ayuntamientos, que afectan a tramos no históricos de la ruta, en especial por el interior de los cascos urbanos de Oviedo o Gijón.
— Se concreta el alcance del entorno de protección propuesto para esta vía, que se limita a una banda de 30 metros a cada lado del itinerario sólo en los tramos identificados como originales de la misma.
— Se incluyen en el Bien de Interés Cultural propuesto los yacimientos arqueológicos del Picu L.Lagüezos, Monte Curriel.los y L’Homón de Faro, en el concejo de Lena, con su propia delimitación de entorno de protección.
Se solicitaron de nuevo informes a las instituciones consultivas.
Con fecha 15 de febrero de 2017 se recibe nuevo informe de la Real Academia de la Historia, favorable a las modificaciones planteadas en la Resolución del 26 de septiembre de 2016. Respecto a la denominación del bien, se opta por la designación “Vía de la Plata”, al entender que se ajusta “a la tradición histórica y en consonancia con la pauta marcada por la investigación histórica-arqueológica en la actualidad. La designación alternativa de Vía Carisia o Vía de La Carisa para el tramo asturiano de la vía conservará vigencia en función del arraigo local”.
Con fecha 17 de febrero de 2017 se recibe nuevo informe del Real Instituto de Estudios Asturianos en el que se señala que está acreditado documental y arqueológicamente la existencia de caminos antiguos de época romana entre Asturias y León, aunque no existe lo mismo con la denominación histórica de las vías, siendo evidente que el nombre de Vía de la Plata no existía en época romana, no surgiendo hasta tiempos medievales y modernos. Se indica que en sentido estricto el nombre de Vía de la Plata es inapropiado tal y como se viene aplicando, en el sentido de equipararlo únicamente con un pretendido camino romano entre Mérida y Astorga, que en realidad formaba parte de un entramado de vías más complejo.
La extensión de la denominación de Vía de la Plata está consagrada pero ha dado lugar a polémicas su extensión al conjunto de la ruta entre Gijón y Sevilla, rebasando la discusión el ámbito académico.
Este informe del RIDEA concluye señalando que la denominación de Vía de la Plata no es el nombre original de la vía, sino una denominación popular muy posterior y aplicada inicialmente sólo a algunos tramos meridionales, siendo una expresión inadecuada para referir a las vías romanas que en esa época conectaban la costa cantábrica con el Sur hispano. Podrían ser válidas las siguientes denominaciones:
— Vía Carisa o Vía de La Carisa.
— Vía de la Plata en Asturias o ramal transmontano de la Ruta de la Plata.
Se recomienda, igualmente, añadir al trazado del Estudio la alternativa vía histórica por Pajares asociada al Camino de Santiago de León a Oviedo y añadir algunos monumentos y sitios arqueológicos significativos del entorno de la vía, caso del castillo de Tudela, el de Villasana o el castillo de Peñaferruz.
Con fecha 20 de enero de 2017 se recibe nuevo informe de la Universidad de Oviedo. Se señala que desde el punto de vista histórico, la Vía de la Plata en época romana abarcaba exclusivamente el trazado que comunicaba Mérida con Astorga. Existieron las vías romanas de La Carisa y de la Mesa, aunque ninguna de las dos se puede considerar como un trazado perteneciente a la Vía de la Plata, por lo que sería un absurdo denominar a la Vía de La Carisa como ruta transmontana de la Vía de la Plata. Tampoco tendría sentido integrar tramos de los concejos y cascos urbanos de Oviedo y Gijón ni una serie de yacimientos arqueológicos, que tal vez cuenten con entidad suficiente para ser considerados como Bienes de Interés Cultural. Por todo lo anterior se informa desfavorablemente la propuesta de declaración de la Vía de la Plata.
Con fecha 23 de enero de 2017 se remite nuevo informe de la Comisión de Urbanismo y Ordenación del Territorio de Asturias, analizando la situación urbanística de los ámbitos afectados por la propuesta de declaración BIC.
Mediante Resolución de 7 de marzo de 2017 se amplía en 12 meses el plazo de resolución de este expediente.
En conclusión de la presente tramitación, se cuenta con dos informes favorables a la declaración, los de la Real Academia de la Historia y del Real Instituto de Estudios Asturianos, siendo divergentes los pronunciamientos respecto a la denominación que podría tener la vía histórica a declarar, aunque una opción que parecería lógica, a la vista de los informes emitidos, sería Vía de La Carisa y ramal transmontano de la Ruta de la Plata.
Con fecha 16 de junio de 2017 se publicó en el Boletín Oficial del Principado de Asturias el anuncio de apertura del trámite de información pública de este expediente, por un plazo de veinte días, en el transcurso de los cuales se presentaron dos escritos en el Servicio de Patrimonio Cultural en relación con este expediente, del Ayuntamiento de Oviedo y de la Asociación de Hosteleros de Gascona, solicitando en ambos casos concreción acerca del alcance de la declaración como Bien de Interés Cultural de la Vía de la Plata en aquellos tramos de la misma no considerados como originales.
El conjunto de la tramitación fue analizado por el Pleno del Consejo del Patrimonio Cultural de Asturias en su reunión del 20 de julio de 2017, acordándose entonces informar favorablemente la declaración como Bien de Interés Cultural, con la categoría de Vía Histórica, de la “Vía de La Carisa y ramal transmontano de la Ruta de la Plata”. Se incluyen dentro de este Bien de Interés Cultural los yacimientos arqueológicos del Picu L.Lagüezos, Monte Curriel.los y L’Homón de Faro, en el concejo de Lena, con su propia delimitación de entorno de protección. En relación con los escritos presentados por el Ayuntamiento de Oviedo y la Asociación de Hosteleros de Gascona durante el último período de información pública abierto en relación con este expediente, la comisión permanente del Consejo del Patrimonio Cultural de Asturias informó en su reunión del 27 de julio de 2017 que los tramos no originales de la ruta no cuentan con medidas de protección específica, careciendo de entorno de protección. Lo que se persigue con su delimitación es dar continuidad a una ruta histórica de la que se conservan tramos singulares pero aislados, que son los que se protegen efectivamente, así como diversos yacimientos arqueológicos situados en su entorno inmediato. La línea que une esos ámbitos protegidos se define sólo a efectos de constatar la idea de ruta que tiene esta vía histórica, pero no tiene implicaciones a efectos legales de protección patrimonial, puesto que en esos ámbitos no originales no se conservan elementos vinculados a la ruta histórica, más allá (y sólo en algún caso) del propio trazado o itinerario.
Cumplimentados, pues, los trámites exigidos por la Ley en la instrucción del expediente, procede culminar el procedimiento de conformidad con lo dispuesto en los artículos 14 y siguientes de la Ley del Principado de Asturias 1/2001, de 6 de marzo, de Patrimonio Cultural.
En su virtud, a propuesta del Consejero de Educación y Cultura, y previo acuerdo del Consejo de Gobierno en su reunión de 11 de octubre de 2017,
DISPONGO
Artículo único.—Declaración como Bien de Interés Cultural
Se declara Bien de Interés Cultural, con la categoría de Vía Histórica, la Vía de La Carisa y ramal transmontano de la Ruta de la Plata, así como los yacimientos arqueológicos de Picu L.lagüezos, Monte Curriel.los y L’Homón de Faro, en los concejos de Lena y Aller, según la descripción complementaria y la delimitación de su entorno de protección que se hacen constar en el anexo que se adjunta y que forma parte del presente decreto.
Disposición final primera.—Publicación en diarios oficiales
De conformidad con el artículo 19 de la Ley del Principado de Asturias 1/2001, de 6 de marzo, de Patrimonio Cultural, se procederá a publicar el presente decreto en el Boletín Oficial del Principado de Asturias y en el Boletín Oficial del Estado.
Disposición final segunda.—Efectos
El presente decreto surtirá efectos desde la fecha en que se publique.
Dado en Oviedo, a 11 de octubre de 2017.—El Presidente del Principado de Asturias, Javier Fernández Fernández.—El Consejero de Educación y Cultura, Genaro Alonso Megido.—Cód. 2017-11582.
Anexo I
DESCRIPCIÓN de LA VÍA de LA CARISA Y RAMAL TRANSMONTANO de LA RUTA de LA PLATA
En Asturias, la realización de estudios sobre la red viaria ha sido un tema obviado hasta hace relativamente poco tiempo, debido posiblemente a las condiciones orográficas y de relieve que han determinado la dificultosa identificación de los estereotipos más habituales atribuidos a las infraestructuras viarias. Excepción hecha a esta afirmación de inicio son los trabajos de Diego Santos (1978) y Carmen Fernández Ochoa (1982). En la actualidad, son varios los trabajos que han tenido lugar al calor de un resurgimiento del interés por las vías romanas del Norte peninsular, si bien no siempre los mismos fructifican en el análisis pormenorizado de las mismas, ni en su prospección e identificación de características morfológicas y estructurales.
Sin entrar a considerar el estado del estudio del resto de trabajos y vías de la comunidad asturiana, en el caso de La Carisa, su identificación y estudio se motivó en época relativamente reciente. Sería J.M. González, como en muchos otros casos, quien diera validez arqueológica a la ruta en los estudios regionales de la romanización, tras ser informado por Manuel Mallo de su existencia, siendo seguido por los estudios ya mencionados de Santos y Fernández Ochoa, quienes describieron algunos aspectos morfológicos de la misma.
Sería el descubrimiento en época reciente por el equipo dirigido por Jorge Camino mayor del campamento militar del monte Curriechus el detonante de su identificación definitiva como vía militar de cronología romana y el germen de los estudios subsiguientes.
La vía Carisa, como entidad independiente (entendiendo como tal el ramal viario que unía el campamento de Legio —León—con el puerto de Gijón), presenta unas características heterogéneas a lo largo de todo su trazado, pero ello no resulta extraño dado que se adapta a condiciones de relieve y topográficas extraordinariamente diversas. Parte del trazado discurre por zonas de alta montaña, mientras que otras se localizan en zonas en llano y de vega. Sin embargo, algunas de estas características permiten observarla de modo conjunto, a pesar de la carencia de evidencias arqueológicas en gran parte de Asturias, aquella que discurre por zonas habitadas en las últimas centurias. El crecimiento urbanístico y la transformación del paisaje han incidido muy notablemente en la preservación de esta ruta, que sólo en épocas recientes ha recibido rango de yacimiento (caso de lo que sucede en la Carta Arqueológica del concejo de Lena) y protección.
El ramal transmontano de la vía Carisa obtiene esta denominación a partir del nombre de Publio Carisio. Aunque el origen etimológico del término Carisa en el onomástico Carisio cuenta con suficientes respaldos filológicos, hace ya medio siglo que un historiador regional, con la intención de reforzarla, había dado a conocer la existencia del topónimo en un documento del siglo XI, precisamente coincidiendo con su designación orográfica perviviente, demostrándose de esta manera no sólo la antigüedad del nombre, sino también la corrección de la evolución lingüística postulada. X. L. García Arias y J. Concepción establecieron la fuente etimológica pero sin extraer consecuencias arqueológicas. C. Cabal fue quién reparó en la determinante consignación documental del monte Carisa en una donación de Fernando I en 1036 relativa a los territorios de Lena y Aller, confirmando otras anteriores.
Con todos estos datos arqueológicos, toponímicos e históricos, puede argumentarse sin temor a error la autoría de esta vía romana a Publio Carisio, durante su mandato en la provincia Ulterior durante los años 26-22 a. C., momento cronológico en que se sitúan las campañas contra los astures (Guerras Cántabro-astures). La denominación de las rutas con el nominal del censor, cónsul, emperador, promotor de las obras es una práctica frecuente en el mundo romano, hecho atestiguado sobradamente en diversos casos.
El trazado en altura de estas vías tuvo una causa militar, pues garantizaba un dominio estratégico, punto fundamental en las guerras de conquista, pero las elevadas cotas alcanzadas pudieron estar impulsadas por problemas geotécnicos derivados de las inestabilidades de algunas laderas. Pocos tramos se conservan de la plataforma de circulación, además de resultar de datación incierta a pesar de haber sido sondeada en diversos puntos. Su explanada tenía una anchura mínima de 4 metros aunque en ocasiones alcanza los 5 y los 6 a tenor de algunas evidencias. A veces alcanzó una altura externa de al menos 1,5 m que se apoyaría en una estructura de contención, bien en terraplén, bien por medio de muros que aún no han sido documentados.
En paralelo a lo comentado en líneas anteriores, en referencia a la denominación de las vías, la vía de la Plata, o Ruta de la Plata, recibe este apelativo de manera reciente. No se conserva, que se sepa en la actualidad, ningún texto histórico que avale esta denominación. El nombre procede del árabe, derivado de “BaLaTa” o “al-Balat”, refiriéndose al vocablo de losa o ladrillo; y haciendo una clara alusión al enlosado de la plataforma y no al comercio de materiales que por ella circulaba, como se ha dicho en ocasiones. Su evolución fónica derivó a la identificación de BaLaTa con ‘plata’, nombre con el que se reconoció más adelante. En realidad, en su trabajo del año 2007, ya Roldán Hervás realizó un pormenorizado estudio toponímico al respecto, que puede resumirse en las siguientes posibilidades: a) raíz con base en el vocablo griego πλατεία (plateia) o πλατγς (platus): ancho, llano; derivando al latín platea: calle ancha, plaza pública; y platus: plano; b) vocablo latino lata: ancho, extenso, dilatado ; c) procedente del árabe al-balath o balata: pavimento, calzada o camino, con primera ‘a’ cerrada sin sonoridad, pasando de b(a)lata a plata; d) del propio substrato pétreo de la calzada, de piedras blancas de cuarzo; e) expresión latina tardía delapidata: empedrada; y f) como cauce de trasporte de riquezas, en relación con el comercio de las Indias.
Esta vía recibió, de igual manera, los apelativos de camino del Lindón (dado que resultaba límite entre los obispados de Coria y Plasencia) o calzada de Guinea, por motivos que permanecen desconocidos hasta el momento. En realidad, si seguimos las teorías de J. Manuel Roldán, la Ruta de la Plata es tan sólo una parte de la ruta que discurría entre Emerita Augusta y Asturica Augusta, más concretamente, entre las actuales provincias de Cáceres y Salamanca. En el resto del camino el viario era reconocido como calzada romana o camino romano. En la actualidad, y por extensión, la denominación se ha generalizado a toda la ruta y otras vías de gran calibre han heredado este nombre (autovía Ruta de la Plata |N-630|-|A-66|-|AP-66|, por poner tan sólo un ejemplo).
No vamos a entrar aquí en la disquisición acerca de lo apropiado de la denominación, pues son múltiples los puntos de vista. A lo ya expuesto, valga añadir que el magnífico estudio de 1971 de Roldán se centró únicamente en el tramo Mérida-Astorga creando un nombre inexistente en las fuentes clásicas Iter ab Emerita Asturicam (Camino de Mérida a Astorga) que ha motivado cuantiosas confusiones al respecto. Ello ha supuesto la aceptación de una realidad incompleta ofreciendo una mayor relevancia de unos tramos frente a otros dentro del mismo eje viario (vía XXIV del Itinerario), consiguiendo con ello el reflejo de una exclusividad que no se plasma en ningún caso en las fuentes clásicas.
El nombre, por tanto, trasluce la identificación medieval de determinados segmentos de la vía empedrada entre las actuales provincias de Cáceres y Salamanca. La vía o Ruta de la Plata formaba parte de otras rutas en un complejo sistema de infraestructuras viario donde cada calzada formaba una entidad en sí misma, pero siempre con conexiones con otros ramales, relativizándose por tanto su originalidad frente a otras del entorno. El topónimo de la Plata no deja de ser una expresión popular circunstancial de época medieval, surgido al calor de un ámbito subjetivo de una realidad viaria física: un sentir popular dentro de la memoria colectiva que a lo largo de los siglos ha intentado expresar un transitado y secular fenómeno viario.
En lo concerniente a cronología, la Ruta de la Plata fue empleada a lo largo de las guerras de conquista en época romana. Previamente, y a través de las evidencias arqueológicas materiales, se conoce del transporte de productos Norte – Sur (Iberia meridional–Meseta Norte) con índole comercial desde época tartésica (s.VII a.C.). En época ya romana se tiene constancia de movimientos de tropas desde la incursión del general cartaginés Aníbal (s. II a.C.) hasta las guerras lusitanas contra Viriato. En época de Metello y Sertorio (Siglo I a.C.), hay documentación castramental romana en las cercanías de la ruta tartésico-lusitana.
Los investigadores cifran en el período augusteo9 la articulación definitiva de su trazado (fines siglo I a.C.—cambio de era), a fin de consolidar la unión viaria entre la capital de la nueva provincia Lusitania, Emérita Augusta; con el cuadrante septentrional de la península ibérica, territorios recientemente incorporados al Imperio. Emperadores posteriores implementaron esta red viaria, tales como Trajano o Adriano (s. II d.C.), quienes promovieron la construcción de los puentes principales (como es el caso del puente de Alconétar, en Garrovillas de Alconétar, Cáceres, sobre el Tajo).
El conocimiento historiográfico que de esta ruta poseemos se debe a una serie de fuentes anónimas transcritas en época medieval, como son el Itinerario de Antonino, el Anónimo de Ravenna y las Tablas de Astorga.
El Itinerario de Antonino, fechado en el reinado de Diocleciano, describe las vías en uso en el siglo III d.C. y épocas precedentes. Fue conservado ligado a la Cosmografía de julio Honorio, estando fechada la primera edición recopilatoria en 1512. La edición básica fue realizada por P. Wesseling en 1735 (Vetera Romanorum Itineraria). La obra describe 372 rutas terrestres, de las cuales 34 corresponden total o parcialmente a Hispania. La red de caminos del Itinerario se presenta con indicación de las mansio que jalonaron el camino, así como la distancia intermedia entre paradas expresadas en millas romanas o millia passum (mpm) y, ocasionalmente, en leguas en las Galias.
El Itinerario de Antonino incluye el camino Mérida-Astorga como parte de una larga ruta (Vía XXIV en la numeración correspondiente al Itinerario): 433.
1 Item ab Emerita
2 Caesaraugustam
3 Ad Sorores
4 Castris Caecilia
5 Turmulos
6 Rusticiana
7 Capara
434 1 Caelianieco
2 Ad Lipos
3 Santice
4 Salmantice
5 Sibarin
6 Ocelo Duri
439 5 Item ab Asturica
6 Caesaraugusta
7 Bedunia
8 Brigeco
9 Vico Aquario
10 Ocelo Duri
Se trata de dos vías distintas que parten de Mérida, una en dirección Norte y otra que baja desde Astorga hacia el Sur para juntarse en Ocelo Duri-actual Zamora-, y desde aquí, ir a Zaragoza.
La Vía no se presenta en esta fuente de una forma unitaria, aunque parece responder a la realidad del viejo camino prerromano que unía Extremadura con la meseta norte, existiendo dos tramos citados por sus puntos de partida:
• Iter ab Emerita Caesaraugustam (Camino de Mérida a Zaragoza)
• Iter ab Asturica Caesaraugustam (camino de Astorga a Zaragoza)
En el Anónimo de Ravenna, fechado en el siglo VII d.C. (aproximadamente sobre el año 670), se recoge también, por parte de un cosmógrafo cristiano, una lista ordenada de topónimos por donde pasaban las rutas. En la actualidad se tiene conocimiento de la corrupción de muchas de estas voces, así como de la inclusión, en época medieval, de numerosas variantes. A pesar de ello, esta nómina, que tal vez toma sus datos de un mapa del siglo IV d.C., presenta la relación de estaciones y mansiones entre Emerita y Asturica, inserta en la descripción de otra ruta mayor que cubre todo el tramo entre el extremo nororiental de la península, en Oiasso (Irún) hasta Emerita. La descripción comienza en el extremo meridional, a diferencia del Itinerario de Antonino, y añade dos nuevas estaciones, eludiendo referencia a Asturica.
La ruta entre Asturica Augusta y Lucus Augusti pasaba por las siguientes mansio: Asturia-Balsata-Interamnum-Memoriana – Luco Astorum-Passicin-Amneni-Lugisonis-Ponte Albei –Lugo Augusti (Fernández Ochoa, 1982: 31), algunas de las cuales han sido utilizadas para reconstruir su trazado por el interior de Asturias.
C. Fernández Ochoa ha hecho resaltar el hecho de que precisamente la conexión con Asturias ofrecida por el Anónimo de Ravenna reviste especial interés, pues demuestra, también mediante fuentes escritas, que “Asturica enlazaba con la actual provincia de Asturias. En el camino hacia León sitúa el Anónimo un ruta hacia el Norte que nacía en la mansio Vallata (Villadangos o Milla del Páramo) y por Interannium (Vega del Ciego) llegaba a la zona de Lucus Asturum (Lugo de Llanera).
Los testimonios arqueológicos indican que esta ruta continuaba hasta Gijón atravesando la parte suroriental del concejo donde se la denomina con el nombre de “Camino Antiguo de Gijón”; pasando por Veranes, Trubia, Cenero, Lloreda (con restos visibles hasta hace pocos años), la Muria, Tremañes y Pumarín, entrando en Gijón por la actual Avda. De Portugal. Desde Veranes, un ramal se dirigía por Porceyo a salir a Roces y a Sta. María de Contrueces”.
Las Tablas de Astorga o Itinerario de Barro es un conjunto de 4 tablas de barro del siglo III d.C. que recogen cinco itinerarios del Noroeste peninsular. Entre ellas, la tercera recoge la ruta de Astorga a Mérida. En estas tablas se recogen las diferentes rutas con sus mansiones, así como las civitates correspondientes y la distancia en millas entre ellas.
Las cuatro tabellae están realizadas en barro cocido, con un ansa trapezoidal y una perforación central en la parte superior que sólo se ha conservado en una de ellas –Tabla II –. Sus dimensiones son de unos 14 cm de longitud –16, 5 cm incluida el asa– y unos 12 cm de anchura. Presentan en la cara anterior un texto inscrito en mayúsculas cursivas o actuarias, ejecutadas con un stylus, muy similar al que debía emplearse en las tablas enceradas. Cada una de ellas contiene una relación de estaciones itinerarias que reflejan diferentes rutas del Norte y occidente de Hispania, pero todas aparecen firmadas por un magistrado municipal, con la categoría de duunviro, C(aius) Lepi dus M(arci filius).
Tabla I
[Via] l(egio)n(ne)
VII Gemina ad portumBle(n)dium)// Rhama
VII milias/ Amaia
XVIII/ Villegia
V/ Octaviolca
V/ Iuliobriga
X/ Aracillum
V/ P[or]tus Blen[dium]/ C(aius) Lep(idius) M(arci)[f(ilius)
II vir]
—
Tabla II
Via [Lu]co Augusti ad Iria(m)/ Ponte Nartiae
XI/ Brev[i]s
XIII/ Aseconia
XI/ Iria
XV/ vía Luco Au[gu]sti a[d Dactionum]/ Aqua[e Quint(iae)---]
/ Dactionum
X/ C(aius) Lep(idius) M(arci)[f(ilius)]/
II vir
—
Tabla III
Via Asturica ad Emerit(am) Augus[tam]/ Be[d]unia
VII milias/ Brigecio
X/ Vico Aquario
X/ Ocedoluri
XI/ Sabariam
VIII/ Sal[mantica-- -]/ Sen[tice---/ Ad] L[ippos---]/
Ca[ecilio vico---]/ Ca[pa]ra [---]/ Ru[s]tician[a---/
Turmu]lus
X/ [Cast]ris Caeci[liis---/ Ad S]orores [---/ Eme]rita
XII// [C(aius) Lep(idius) M(arci) f(ilius)]
II vir
—
Tabla IV
[Vi]a Ast[urica] ad Braca/ra(m)// Argentiolum
V milias/ Petavo[niu]m
VIII/ Vi[niatia---]/ Com[pleut]ica
XII/ Rob[ore]tum
XII/ Ad Aquas
XV/ Aquis Originis
VII/ Sala[ni]a
X/ Bracara
XII/ [C(aius)] Lep(idius) M(arci) [f(ilius)]
II vir
Lectura de C. Fernández Ochoa y otros
El presente anexo es un resumen del estudio que sobra la Vía de la Plata en Asturias ha realizado la Red de Cooperación de Ciudades en la Ruta de la Plata, bajo la dirección científica de Jorge Camino mayor y con participación de la arqueóloga Esperanza Martín Hernández.
Anexo II
DESCRIPCIÓN GRÁFICA de LA VÍA de LA CARISA y RAMAL TRANSMONTANO de LA RUTA de LA PLATA
Se presentan a continuación los mapas de identificación de la ruta declarada como Bien de Interés Cultural, identificada por la trama correspondiente al “Trazado Original” y al “Trazado Oficial”.
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Anexo III
DELIMITACIÓN DEL ENTORNO de PROTECCIÓN de LA RUTA de LA PLATA EN ASTURIAS y ALCANCE de LA PROTECCIÓN de LA RUTA EN TRAMOS NO ORIGINALES
Se define por una banda de 30 metros a cada lado de los distintos tramos rurales, afectando en las áreas urbanas únicamente a las parcelas colindantes al itinerario del Camino en cada uno de sus dos lados. Este criterio de bandas es el mismo que se ha empleado en la delimitación del entorno de protección del Conjunto Histórico del Camino de Santiago a su paso por Asturias.
En los tramos coincidentes con el Conjunto Histórico del Camino de Santiago, declarado Bien de Interés Cultural, se mantiene el mismo entorno de protección ya aplicable a la ruta jacobea, no siendo por ello de aplicación lo señalado en el artículo 15.4 de la Ley del Principado de Asturias 1/2001, de 6 de marzo, de Patrimonio Cultural.
Las previsiones anteriores respecto al entorno de protección sólo afectan a los tramos de esta ruta identificados como originales en la cartografía incluida en el anexo I de esta Resolución. Se trata de los tramos de vía en los que se conservan restos de interés patrimonial que justifican el establecimiento de un entorno de protección. En el resto de la ruta, la identificada en dichos mapas como camino oficial, no se establece entorno de protección.
Estos tramos no originales de la ruta no cuentan con medidas de protección específica, careciendo de entorno de protección. Lo que se persigue con su delimitación es dar continuidad a una ruta histórica de la que se conservan tramos singulares pero aislados, que son los que se protegen efectivamente, así como diversos yacimientos arqueológicos situados en su entorno inmediato. La línea que une esos ámbitos protegidos se define sólo a efectos de constatar la idea de ruta que tiene esta vía histórica, pero no tiene implicaciones a efectos legales de protección patrimonial, puesto que en esos ámbitos no originales no se conservan elementos vinculados a la ruta histórica, más allá (y sólo en algún caso) del propio trazado o itinerario.
Anexo IV
DESCRIPCIÓN de LOS YACIMIENTOS ARQUEOLÓGICOS de PICU L.LAGÜEZOS, MONTE CURRIEL.LOS y L’HOMÓN de FARO, EN LOS CONCEJOS de LENA y ALLER, DECLARADOS BIEN de INTERÉS CULTURAL COMO ELEMENTOS DEstadoS VINCULADOS A LA RUTA de LA PLATA
El campamento del Monte Curriel.los
La existencia de este yacimiento fue identificada ya en 1858 por Elías García Tuñón y Quirós, quien observó la presencia de restos de yelmos romanos y advirtió la presencia de importantes defensas. En ese momento, se planteó la posibilidad de que este lugar fuera el escenario de la última batalla de los romanos contra las tribus del Norte cantábrico, es decir, Monte Medulio. Julio Somoza desacreditó estos datos como erróneos y años más tarde José Manuel González atribuyó este lugar a un poblado de la Edad del Hierro reutilizado en época romana. En tiempos recientes se reinterpretaron estas estructuras como posibles restos de un campamento romano, lo que motivó una investigación entre 2003 y 2008 a través de excavaciones arqueológicas, prospección y fotointerpretación.
El campamento de Curriel.los se ubica a 1.700 m de altura, 5 km al Norte del eje de la Cordillera Cantábrica, siguiendo el cordal de La Carisa y aprovecha un tramo de sierra entre dos collados, donde se genera una plataforma de dos pequeños cerros unidos por una pequeña depresión, que se alza casi 1.500 m sobre los valles que lo flanquean.
En el cerro septentrional se concentran las defensas con tres vallados concéntricos que rodean la cumbre. La defensa interna consta de un talud que cierra la cima, la intermedia está constituida por un agger petrosus con fossa cuadruplex, mientras que la exterior posee un agger y fossa duplex. Las dos últimas se funden en el lado Norte para generar un vallum de cuatro fosas que discurre por la vertiente oriental al pie del cierre más elevado. Desde sendos puntos distantes del cierre más externo, otros dos valla, integrados por agger y fossa duplex, descienden por la zona suroeste de la ladera con un trazado convergente, que da lugar a un recinto triangular que engloba en su lugar de encuentro un manantial. Todo este sistema defensivo es precedido de un largo brachium, integrado por agger y fossa, que recorre la totalidad de la ladera más al Norte hasta desembocar en un barranco por debajo del manantial y tras cortar la vía. Por su parte, el cerro meridional muestra evidencias de haber sido fortificado con un vallum de agger y fossa duplex que lo rodearía de Norte a Sur por la ladera occidental, aunque aparece arrasado por la erosión en su tramo meridional o no fue terminado.
La ladera occidental presenta una morfología diferente, con un escalonamiento de varias plataformas irregulares, originadas por inmensos deslizamientos geológicos, cuatro de los cuales se incorporaron al asentamiento: tres de ellos en alineación paralela a la dorsal y otra, que alberga en su centro una gran charca, más baja y separada por un tramo de ladera. Un foso con profundo escarpe desgaja las dos primeras, estando a su vez dividida la segunda por un vallum de agger y fossa. La primera plataforma fue independizada paralelamente del recinto triangular por un vallum, quizá con fossa, que aprovecha la dorsal de la sierra. Varios segmentos de lomeras perimetrales que delimitan los lados septentrional y oriental de las terrazas pueden corresponder a aggeres que realzan el relieve natural. La suma de longitudes de defensa activa de todo el campamento para el posicionamiento de tropas supera 1,5 km.
Las defensas solo permitían el acceso por la vía principalis que partía de la vía de La Carisa, cruzaba el cerro Sur y llegaba hasta la cima del enclave. La complejidad de las fortificaciones genera múltiples recintos de características desiguales, en general de tamaño modesto.
En la franja meridional del recinto 2, las excavaciones arqueológicas documentaron la existencia de barracones de los que se exhumaron tres estancias. Su planta es rectangular con el eje mayor paralelo a la vía principalis, junto a la que se ubican. Se trata de una construcción de la que se localizaron los zócalos de piedra de 0,60 m de anchura. Los restos calcinados de vigas escuadradas, alguna con clavo inserto, revelan que las paredes eran de madera y barro. Las habitaciones presentan un ancho de 3,40 a 3,70 m y una longitud de 4,60 m y las investigaciones revelaron que habían sido objeto de varias reformas. Al otro lado de la vía se ubica otro barracón de 5,60 m por 3,80 m.
La colección de materiales recuperados ofreció una gran variedad de objetos de hierro. Entre ellos cabe destacar: media docena de clavijas de tienda y varias barras para el mismo fin; una docena de clavos de formas desiguales idénticos a los documentados en una catapulta tipo scorpio en Camínreal (Teruel) para fijar el capitulum a la catapulta; media docena de conteras relacionadas con armas arrojadizas o mástiles de tiendas; varios pila y pasadores de su fijación al ástil, dos pila de catapulta, dos lanzas y un posible proyectil de honda; dos azadones y el enmangue de otro, una dolabra, un aguijada, un cincel, varios clavi caligarii y una cuchara; también un gatillo del mecanismo de disparo de una catapulta. Tanto estos como el resto de materiales son propios de un campamento de campaña.
El campamento de L.lagüezos
Este campamento se reparte entre las provincias de Asturias y León, en plena charnela de la Cordillera Cantábrica a 1675 m de altitud, justo a la vera de la vía de La Carisa, desde la que se puede acceder al mismo. Sus estructuras defensivas están muy atenuadas, sobre todo en la mitad oriental. Aún así, la detección magnética permitió localizar algo de armamento, como puntas de pila, fragmentos del umbo de un escudo y posibles piezas de artillería iguales a las de Curriel.los. También se han encontrado herramientas como foceta, formón, punzón y varias clavijas de tienda de campaña, además de un denario de Lucio Piso Frugi, de la familia Calpurnia.
Junto con el campamento de Curril.los sería un castra aestiva. Ambos se encuentran subordinados a la presencia de la vía de La Carisa para vigilar y controlar la logística de las operaciones militares que se desarrollaron en su entorno. Mantienen una relación visual directa sobre la vía y entre ambos complementan una amplia vigilancia del territorio a ambos lados de la Cordillera.
L´Homón de Faro
Mil metros al Norte del campamento del monte Curiel.los se encuentra este segundo yacimiento en el que se identificaron varias estructuras defensivas repartidas en dos zonas: Homón de Faro y Canto Busián.
L´Homón de Faro se ubica en el sector oriental. Las excavaciones realizadas revelaron la existencia y sucesión de una zanja que puede interpretarse como los restos de un foso, una berma y un pronunciado talud tallado en roca de 3 a 4 m de altura con una pendiente de 90º de inclinación. Sobre él se encuentra un derrumbe de bloques de piedra de 2,5 m de ancho y menos de 0,50 m de grosor, quizá los restos de un antiguo muro, amortizado por una nueva línea de defensa.
La amortización de esta muralla dio lugar a una nueva berma que va desde los 2,5 m en el extremo oriental hasta los 4,5 m según avanza al Oeste. Su inclinación alcanza los 30º. Este rellano remata en una nueva muralla que se construyó a partir de dos paredes de sillarejo tabular de arenisca muy recebado de barro, colmatándose el espacio interior entre ambos con una masa de cascotes. Esta obra alcanza los 6,5 m, solo 5 en su remate oriental, y conserva un frente de 1,5 m de altura, todo lo cual da pistas sobre la espectacularidad de la misma. El trazado de esta estructura se adapta a la topografía, de forma que el lienzo exterior, algo ataluzado, cimienta 1,5 m más bajo que el interno. Pese a la tosquedad de la estructura, su cimentación fue objeto de especial preocupación constructiva, de forma que se apoyó en una solera en pestaña encajada en la fosa de fundación y se selló con el relleno excavado de la berma.
La obra presenta la particularidad de estar compartimentada con la técnica de cajones, es decir, que varios muros transversales recorren su relleno y se unen en ángulo recto con las hojas exteriores. Las juntas de ambos espacios están formadas por una sola hoja de muro, la primera careada hacia el este y la segunda careada hacia el Oeste.
En la zona occidental de la terraza protegida por la muralla se localizó una gran masa de cantos rodados de tamaño bastante uniforme que ocupan una superficie de 5 m². A estos habría que sumar otros que se observan rodados por el entorno. Se trataría de proyectiles apilados a modo de arsenal. Aparte de este material y algunas escorias de fragua en el relleno de la muralla y algún hueso de fauna, no se localizaron más objetos.
La muralla prosigue 25 m hasta que en su lado occidental cierra en ángulo recto con el enlace de sus dos paramentos interno y externo.
La continuación de la muralla es de tipo bancal, es decir, compuesta por un frente pétreo que contiene una masa de relleno que forma una terraza sobre ella. Se observaron pruebas evidentes de que había sido abatida e incendiada. Su tosquedad es solo apariencia, puesto que al seccionarla se observó que se había construido sobre el sustrato limpio, con una base de gruesas vigas de madera, acuñadas en su trasdós con calzos de piedra. Ante ellas se dispuso una banqueta de capas de tierra y piedras de 0,70 m de altura para proteger la cimentación. Los restos de grandes fragmentos de madera bajo el derrumbe apuntan la posible existencia de un adarve. Esta estructura sostenía una terraza de 5 m de anchura que daba servicio a la defensa. Ambas estructuras, muralla de sillarejo y bancal, se destruyeron a la vez.
En el extremo occidental, sobre el espolón del Cantu Busián, se exhumó un edificio de planta cuadrangular de 7 m de lado, con muros que conservaban 1,50 m de alzado y 1,10 m de grosor. La factura es de sillarejo de areniscas tabulares muy recebadas con mortero de barro; pro fuera la cimentación se revistió con una capa de barro que se extendió por el piso exterior. La superficie útil interior es de unos 25 m² (5,10 x 4,90) y presentó restos de una hoguera, así como de la posible antigua puerta. El costado externo de la pared suroeste está ocupado por una pila de 10 m² de cantos rodados de tamaño homogéneo, un arsenal como el registrado en la zona este. A menos de 3 m del muro se abrió un pozo vertical de 1,60 m de profundidad que se interpreta como un aljibe.
La interpretación general de estas construcciones remite a una clausura o claustra, es decir una defensa lineal que a modo de barrera cortaba una vía de comunicación para impedir una invasión militar. La situación y el tamaño de este caso aluden a un fuerte impulso financiero o coercitivo, así como a un estratega con formación clásica. La ausencia de hallazgos hace entrever un uso breve. El promedio de las dataciones hacia el año 640 +- 14 AD, con una alta probabilidad de todas ellas entre 663-715 –p=0,74– y 745-767 –p=0,26–, sitúan esta construcción bien entre las revueltas de los ástures contra el reino visigodo, bien en el momento de la invasión musulmana, bien en la política expansiva de Alfonso I.
Bibliografía.
— Camino mayor, Jorge (2015). “La línea de operaciones de la vía Carisa (Asturias y Norte de León). En Las guerras astur-cántabras. Edición coordinada por Jorge Camino mayor, Eduardo Peralta Labrador y Jesús Francisco Torres Martínez. Oviedo: KRK ediciones, pp. 217-237.
— Camino mayor, Jorge; Viniegra Pacheco, Yolanda y Estrada García, Rogelio (2013). “Excavaciones arqueológicas en las fortificaciones altomedievales de L´Homón de Faro y su entorno (La Carisa, Lena). Excavaciones arqueológicas en Asturias 2007-2012, pp. 297-307.
— Martín Hernández, Esperanza y Camino mayor, Jorge (2013). “El Picu L.lagüezos, un nuevo campamento romano en la vía Carisa”. Excavaciones arqueológicas en Asturias 2007-2012, pp. 267-276.
Anexo V
DELIMITACIÓN GRÁFICA DEL ÁMBITO de LOS YACIMIENTOS ARQUEOLÓGICOS de PICU L.LAGÜEZOS, MONTE CURRIEL.LOS y L’HOMÓN de FARO, EN LOS CONCEJOS de LENA y ALLER, DECLARADOS COMO BIEN de INTERÉS CULTURAL COMO ELEMENTOS DEstadoS VINCULADOS A LA RUTA de LA PLATA
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Anexo VI
DELIMITACIÓN LITERAL DEL ÁMBITO de LOS YACIMIENTOS ARQUEOLÓGICOS de PICU L.LAGÜEZOS, MONTE CURRIEL.LOS y L’HOMÓN de FARO, EN LOS CONCEJOS de LENA y ALLER, DECLARADOS BIEN de INTERÉS CULTURAL COMO ELEMENTOS DEstadoS VINCULADOS A LA RUTA de LA PLATA
Se describen a continuación los ámbitos de protección de cada uno de estos tres yacimientos, especificándose en la descripción gráfica el espacio que dentro de esos ámbitos se declara como Bien de Interés Cultural, coincidente.
1) Homón de Faro:
El yacimiento de Homón de Faro (Lena-Aller) ubicado en una zona de cumbrera suave, comparte su entorno de protección con los municipios de Aller y Lena, quedando delimitado del por una serie de puntos que definen su límite, del siguiente modo.
1-2: Desde el punto 1, ubicado en Lena y partiendo del camino que forma parte de la Ruta de la Plata, la línea cruza al concejo de Aller, atravesando la parcela 191 hasta el camino 9.038, donde se ubica el punto 2.
2-3: Desde el punto 2, siguiendo por la ladera Norte dentro de la parcela 191, la línea discurre por curva de nivel hasta el punto 3, ubicado sobre la línea divisoria entre las parcelas 191 y 101.
3-4: Desde el punto 3 y siguiendo la cota, la línea atraviesa la parcela 101 hasta llegar al punto 4, ubicado en la divisoria catastral entre los dos concejos, separando las parcelas 101 (Aller) de la 130 (Lena).
4-5: Ya dentro del concejo de Lena y partiendo del punto 4, la línea cruza la parcela 130 hasta llegar al punto 5, ubicado sobre el límite entre ésta y el camino 9.006.
5-6: La línea parte del punto 5 y discurre completamente por la parcela 133, ubicándose el punto 6 en la collada cimera del Canto Busián, que incluyen los restos del torreón de defensa.
6-7: La línea continúa a cota por la ladera sur, dentro de la parcela 133 hasta llegar al punto 7, ubicado en el límite con la parcela 132.
7-1: La línea del entorno se cierra enlazando con el punto 1 desde el punto 7, atravesando la parcela 27 siguiendo la línea de cota.
2) Campamento Romano de Curriel.los:
El yacimiento de Curriel.los (Lena-Aller) se desarrolla en todas las vertientes del pico del mismo nombre descendiendo hasta aproximadamente los 1.600 metros en la zona Norte y bajando hasta los 1.400 metros en la zona sur, comparte su entorno de protección con los municipios de Aller y Lena, quedando delimitado del por una serie de puntos que definen su límite, del siguiente modo.
1-2: Desde el punto 1, ubicado en Lena sobre el punto de intersección entre las parcelas 130, 133, 23 y 9.006 y partiendo del camino que forma parte de la Ruta de la Plata, la línea cruza al concejo de Aller, siguiendo el camino 9.007 hasta llegar al punto 2.
2-3: El punto 2 se ubica sobre el camino 9.007, ya en el concejo de Aller sirviendo de límite entre las parcelas 23 (Lena) y 21 (Aller), discurriendo la línea por el camino 9.001 hasta el punto 3.
3-4: El punto 3 se localiza en la bifurcación entre el camino 9.001 y el 9.004, siguiendo la línea del entorno este último hasta llegar al punto 4, ubicado en la intersección entre los caminos 9.004, 9.012 y 9.011.
4-5: Desde el punto 4, la línea del entorno sigue hacia el Sur por el límite entre la parcela 21 y el camino 9.012, hasta llegar al punto 5 donde, ubicado en el cruce de caminos con el 9.019.
5-6: Desde ese punto 5, la línea continúa con idéntico trazado al anterior hasta llegar al punto 6, ubicado en el cruce de caminos con el 9.034 y el límite con el concejo de Lena.
6-7: La línea del entorno se introduce de nuevo en Lena, siguiendo el límite entre la parcela 23 y el camino 9.001 hacia el norte, recabando en el punto 7, donde el límite se introduce en la parcela 20 para incluir dentro del entorno la majada existente.
7-8: La línea que bordea la majada, dentro de la parcela 20, incluye los terrenos dedicados a pastizal de la zona y las estructuras excavadas recientemente, hasta volver al punto 8, ubicado de nuevo en el camino 9.001 y el límite con la parcela 23.
8-1: La línea del entorno se cierra enlazando con el punto 1 desde el punto 8, siguiendo el límite entre la parcela 23 y el camino 9.001.
3) Yacimiento de Prao L.lagüezos:
El yacimiento de Prao L.lagüezos (Lena) se desarrolla en la línea de cumbres que va desde el Collado Propinde hasta la Collada L.lagüezos, descendiento hasta los 1.525 metros en la ladera Norte del cordal.
1-2: Desde el punto 1, ubicado a doscientos metros de la vía de la Plata (parcela 9002) siguiendo el límite del catastro de Lena con la provincia de León hacia el suroeste, la línea del entorno de protección sigue el límite catastral hasta el punto 2, ubicado en la Collada L.lagüezos.
2-3: Desde el punto 2, el límite discurre por un antiguo camino hacia el noroeste dentro de la parcela 7, hasta una collada a pastizal en la que enlaza con un camino que discurre este-oeste, donde se ubica el punto 3.
3-4: La línea del límite discurre por el camino este-oeste, desde el punto 3 dentro de la parcela 7, hasta el punto 4, ubicado en el camino 9.005.
4-1: Siguiendo el citado camino antiguo, dentro de la parcela 7, la línea del entorno se cierra enlazando con el punto 1, incluido también en la citada parcela 7.
Anexo VII
DATOS ADMINISTRATIVOS
1. Expediente CPCA 342/14.
2. Incoación del expediente:
a) Fecha de incoación: 27 de abril de 2015. Modificada mediante Resolución de 23 de septiembre de 2016. Mediante Resolución de 7 de marzo de 2017 se amplió el plazo de tramitación.
b) Fecha de notificación de la incoación: 8 de mayo de 2015.
c) Fecha de publicación:
BOPA: 22 de mayo de 2015, 19 de octubre de 2016 y 17 de abril de 2017.
BOE: 24 de julio de 2015, 18 de noviembre de 2016.
d) Fecha de comunicación al Registro General de Bienes de Interés Cultural: 8 de mayo de 2015.
3. Instrucción:
a) Instituciones que han emitido informe favorable:
Real Academia de la Historia.
Real Instituto de Estudios Asturianos.
b) Fecha y “diario oficial” en que se publica la apertura del período de información pública y duración del mismo: BOPA: de 2 de diciembre de 2015. Duración 20 días. BOPA: de 16 de junio de 2017. Duración 20 días.
c) Ayuntamiento oído en el expediente: Ayuntamientos de Aller, Gijón, Lena, Siero, Llanera, Ribera de Arriba, Mieres y Oviedo.
d) Acuerdo favorable a la declaración del Pleno del Consejo de Patrimonio Cultural de Asturias, en su reunión del 20 de julio de 2017.